En esta época floreciente, la ciudad se llenó de templos de las distintas religiones.
Uno de los mejores ejemplos de esta época, es la sinagoga de Santa María la Blanca que se sitúa en el casco histórico, en pleno barrio de la judería.
Construida como sinagoga en el 1180 (según testimonia la inscripción visible en una de sus vigas) y, habiendo funcionando como tal durante 211 años, fue expropiada y transformada en iglesia.
Este edificio mudéjar posee cinco naves separadas por pilares sobre los que descansan arcos de herradura. Conforme a la tradición oriental, el edificio presenta cierto contraste entre la sobriedad del exterior de la sinagoga y su elaborado interior.
Resulta muy llamativo que una sinagoga sea actualmente reconocida mediante una advocación mariana, circunstancia que se explica por la conversión en templo cristiano de la que fue objeto una vez arrebatada a la comunidad judía a finales del siglo XIV.
Declarada Monumento Nacional en 1930, en la actualidad carece de culto alguno, es visitable y funciona como museo y sede de exposiciones temporales.
Fuente: http://www.arteguias.com/sinagoga/santamarialablancatoledo.htm
Fotografía: https://c2.staticflickr.com/6/5064/5673844790_4b14570854_b.jpg
