Por eso encuentro muchas ventajas en pasar unos días disfrutando de la paz y la tranquilidad, escuchando solo los sonidos de los pajaritos y de la naturaleza en general.
Y no solo se descansa cuando se visitan pequeños pueblos. Muchos de ellos te ofrecen la oportunidad de conocer la historia del lugar, de visitar sus monumentos y disfrutar de la arquitectura, de probar su maravillosa gastronomía y seguramente incluso te enseñaran como preparar sus típicos platos o su deliciosa repostería.
Y no puede faltar la naturaleza! Cuanto tenemos que aprender y que bien nos viene para dejar por unos momentos la vida sedentaria que llevamos. Seguro que te animas a hacer una pequeña ruta por los caminos de la zona.
Además, para los que tenéis niños, o sobrinos, o amigos con niños o lo que sea, seguro que disfrutáis un montón. Es la mejor escuela para ellos. ¿A qué os gustaría enseñarles de dónde sale la leche, o dónde crecen los tomates, o cómo son los cereales que desayunan por la mañana, o como es de verdad un cerdo o una gallina?
Pues anímate y el próximo fin de semana o puente que puedas busca una casa rural y deja que te adopte un pueblito bonito. Seguro que tiene muchas cosas buenas que darte y te recibe con los brazos abiertos.
Fuente: www.portalrural.net
Fotografía: https://pixabay.com/p-601277/?no_redirect